Tenancingo ¡se vive!

Ubicado entre montañas y rodeado de impresionantes paisajes, Tenancingo es un destino que combina historia, cultura y tradición. Reconocido por su impresionante artesanía en rebozos, sus festividades llenas de color y su riqueza gastronómica, este municipio ofrece una experiencia única para quienes buscan conectar con la autenticidad de México Su icónico monumento de Cristo Rey, su vibrante mercado de flores Xochiquetzal y su herencia colonial hacen de Tenancingo un lugar imperdible para los amantes del turismo cultural y religioso Tenancingo es también la puerta de entrada a la naturaleza, con rutas ecoturísticas que llevan a cascadas, miradores y bosques ideales para el senderismo y la aventura. Su gente hospitalaria, su tradición mezcalera y su amplia oferta turística y gastronómica hacen de este municipio un destino hecho a mano que no solo se disfruta sino que se vive

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IDENTIDAD Y MAGIA DE NUESTROS ARTESANOS



Orgullo que se teje, se destila y se saborea

Tenancingo es tierra de tradiciones vivas, donde cada artesanía cuenta una historia de identidad, creatividad y herencia cultural. Nuestras manos artesanas transforman la materia prima en piezas únicas que reflejan el alma de nuestro pueblo. Conoce lo mejor de nuestra riqueza artesanal:

Turismo Tenancingo

Rebozo

El rebozo de Tenancingo es uno de los textiles más finos y reconocidos de México. Tejido en telar de pedal y elaborado con técnicas tradicionales como el jaspeado, cada rebozo es una obra de arte que lleva días —incluso semanas— de trabajo meticuloso. Su elegancia, colorido y textura lo convierten en símbolo de identidad y orgullo tenancinguense.

Turismo Tenancingo

Destilado de agave

De los campos de agave que rodean nuestro municipio nace un destilado con sabor auténtico y carácter fuerte. El destilado de agave de Tenancingo combina la tradición mezcalera con procesos artesanales que respetan el tiempo, el horno de piedra y el alambique de cobre. Un trago que habla de nuestras raíces.

Turismo Tenancingo

Cestería

Con fibras naturales como el carrizo, la palma y el otate, las manos hábiles de nuestras artesanas crean canastas, tortilleros, sombreros y otros objetos útiles y decorativos. La cestería tenancinguense es una tradición ancestral que continúa viva en nuestras comunidades rurales.

Turismo Tenancingo

Silla típica

La silla típica de Tenancingo, elaborada artesanalmente con madera y carrizo, destaca por su estructura sencilla, resistente y cómoda. Es un ícono del mobiliario popular mexicano y aún se fabrica en talleres familiares que han perfeccionado el oficio durante generaciones.

Turismo Tenancingo

Licores

Frutas locales como la mora, el tejocote, el capulín y la guayaba se convierten en deliciosos licores artesanales mediante procesos caseros que conservan su sabor auténtico. Cada botella es una muestra del ingenio y la riqueza natural de la región.

Turismo Tenancingo

Confitería

La confitería de Tenancingo endulza la vida con recetas heredadas. Cocadas, jamoncillos, palanquetas, cajetas, borrachitos y más forman parte de esta deliciosa tradición que alegra f iestas y mercados con sus colores, formas y sabores.



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AVISOS

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IMPERDIBLES DEL MUNICIPIO



Cerro de la Malinche

Huella viva de nuestra historia El Cerro de la Malinche es mucho más que un paisaje imponente: es un testigo silencioso de siglos de historia en Tenancingo. Su nombre evoca a la figura de la Malinche, intérprete y consejera de Hernán Cortés, cuya presencia simbólica ha quedado plasmada en esta formación natural que domina el horizonte del sur del Estado de México. Este cerro ha sido desde tiempos prehispánicos un punto de referencia territorial, espiritual y cultural. Se dice que los antiguos habitantes lo consideraban un lugar sagrado, y hasta hoy, su cima sigue siendo espacio de encuentro con el pasado, donde la memoria de nuestras raíces se mezcla con la belleza del entorno. Visitar el Cerro de la Malinche es hacer un viaje al corazón histórico de Tenancingo. Desde su cumbre, se contempla no solo el paisaje, sino también la profundidad del tiempo que aquí se ha detenido. Un imperdible para quienes buscan comprender el alma histórica de nuestro Pueblo Mágico.

Parque Hermenegildo Galeana

Aventura y naturaleza en el corazón de Tenancingo Si buscas un lugar donde la aventura y el contacto con la naturaleza se encuentren, el Parque Hermenegildo Galeana te espera con los brazos abiertos. Rodeado de bosque, montañas y aire puro, este parque es uno de los destinos favoritos para los amantes del ecoturismo y la adrenalina. Aquí puedes recorrer senderos entre árboles centenarios, lanzarte por tirolesas, acampar bajo las estrellas o simplemente perderte en la tranquilidad de su paisaje. Es un lugar ideal para venir en familia, con amigos o en pareja, y descubrir que la aventura no está lejos… está en Tenancingo. Ubicado en lo alto del cerro, el parque ofrece vistas espectaculares del valle y es el punto de partida perfecto para explorar otras maravillas naturales del municipio. Prepárate para desconectarte del ruido y reconectar con lo esencial. El Parque Hermenegildo Galeana es un imperdible para los espíritus aventureros.

Barrio de Teotla

Tradición que se vive en cada calle Adentrarse en el Barrio de Teotla es sumergirse en uno de los rincones con más identidad de Tenancingo. Sus calles empedradas, sus fachadas coloridas y el ambiente tranquilo que lo rodea, lo convierten en un lugar que invita a caminar sin prisa y dejarse llevar por la esencia de un pueblo con alma. Aquí, cada detalle cuenta una historia: desde sus antiguas capillas hasta las fiestas tradicionales que llenan de vida sus plazas. Teotla es cuna de oficios, sabores y costumbres que han pasado de generación en generación, y que hoy siguen latiendo con fuerza entre su gente. Además, su cercanía con el centro histórico lo hace ideal para una visita a pie, descubriendo poco a poco todo lo que este barrio tiene para ofrecer: calidez, memoria y el encanto de lo auténtico. Un imperdible para quienes buscan sentir el corazón de Tenancingo en cada paso

El Salto de Santa Ana, Ixtlahuatzingo
Donde el agua y la aventura se encuentran Escondido entre las montañas de Ixtlahuatzingo, El Salto de Santa Ana es uno de esos tesoros naturales que despiertan el espíritu aventurero. Rodeado de vegetación, caminos de tierra y el canto constante del agua cayendo, este paraje invita a explorar la belleza salvaje de Tenancingo. La caminata para llegar al salto es toda una experiencia: senderos rodeados de naturaleza, puentes rústicos y vistas impresionantes que hacen que cada paso valga la pena. Al final del recorrido, una cascada majestuosa te recibe con su frescura, perfecta para refrescarte, tomar fotografías espectaculares o simplemente conectar con la fuerza de la naturaleza. Ideal para escapadas al aire libre, picnics entre amigos o un día de desconexión total, El Salto de Santa Ana es una joya natural que sigue siendo poco conocida… y eso lo hace aún más especial. Ven, atrévete y descubre un rincón donde la naturaleza aún manda. ¡La aventura te espera en Santa Ana Ixtlahuatzingo!
Alameda de Tenancingo
El corazón verde de nuestro pueblo La Alameda de Tenancingo es mucho más que un parque: es un punto de encuentro, un respiro entre la vida cotidiana y un paseo lleno de historia y belleza natural. Rodeada de árboles imponentes y senderos que invitan a caminar sin prisa, es uno de los espacios más queridos por locales y visitantes. Aquí, el tiempo parece detenerse. Puedes disfrutar de un elote, una nieve artesanal o simplemente sentarte en una de sus bancas a observar el ir y venir de la gente, siempre acompañado por el canto de las aves y el susurro del viento entre los árboles. La alameda ha sido testigo de generaciones, celebraciones y momentos cotidianos. Es el lugar perfecto para iniciar tu recorrido por Tenancingo o para cerrar el día con tranquilidad y encanto. Un imperdible para quienes buscan conocer la esencia viva de nuestro pueblo: sencilla, acogedora y siempre llena de vida. .
Parque Nacional Nixcongo y Santo Desierto del Carmen
Donde la naturaleza abraza el silencio En lo alto de las montañas que rodean Tenancingo, se encuentra uno de los espacios más asombrosos del Estado de México: el Parque Nacional Nixcongo y el Santo Desierto del Carmen. Juntos conforman un territorio sagrado, donde la belleza natural y la espiritualidad conviven en perfecta armonía. El Parque Nacional Nixcongo es un paraíso de niebla, bosque y senderos infinitos. Ideal para quienes buscan aventura, caminatas entre pinos, ciclismo de montaña o simplemente un respiro profundo de aire puro. Su biodiversidad, paisajes y tranquilidad lo convierten en un refugio inigualable para el alma y el cuerpo. Y en medio del bosque, como un tesoro escondido, se levanta el Santo Desierto del Carmen, un antiguo convento carmelita fundado en el siglo XVIII. Rodeado por el silencio del bosque y la solemnidad de su arquitectura, es un lugar que invita a la contemplación, a la oración o a simplemente dejarse envolver por su paz inquebrantable. Un imperdible para quienes buscan reconectar con la naturaleza, con la historia… y con uno mismo. .
Cascada de San Simonito
Un rincón escondido entre montañas Entre los paisajes montañosos de Tenancingo, la Cascada de San Simonito se revela como un tesoro oculto para los amantes de la naturaleza y la aventura. Rodeada de árboles, rocas y senderos silvestres, este paraje ofrece una experiencia única para quienes se atreven a explorar más allá de lo cotidiano. El recorrido hacia la cascada es toda una travesía: caminos rurales, aire fresco y la emoción de descubrir un lugar que parece detenido en el tiempo. Al llegar, el sonido del agua cayendo y el entorno virgen te envuelven por completo, creando un escenario perfecto para descansar, refrescarte o simplemente admirar la fuerza natural que da vida al lugar. Es ideal para caminatas, fotografía de paisajes y picnics en un entorno tranquilo y poco intervenido por el hombre. La Cascada de San Simonito es uno de esos secretos que Tenancingo guarda para los viajeros curiosos. Un imperdible para quienes disfrutan del lado más salvaje y auténtico de la naturaleza.
Cascada de los Molcajetes
Naturaleza tallada con fuerza y belleza Ubicada entre las montañas y senderos del sur de Tenancingo, la Cascada de los Molcajetes es uno de esos lugares que sorprenden tanto por su belleza como por su nombre. Su caída de agua forma pozas y figuras naturales que recuerdan a los tradicionales molcajetes mexicanos, esculpidos por la fuerza del tiempo y la corriente. El trayecto para llegar es parte de la experiencia: caminos rodeados de vegetación, el sonido del agua guiando tus pasos y el aire limpio llenando tus pulmones. Al llegar, la vista recompensa cada esfuerzo: una cascada cristalina que invita a detenerse, refrescarse y conectar con lo esencial. Este rincón poco explorado es ideal para aventureros, amantes del senderismo y quienes buscan lugares únicos lejos del bullicio. Es perfecto para pasar el día rodeado de naturaleza, tomar fotografías increíbles o simplemente disfrutar del fluir del agua entre piedras ancestrales. Un imperdible para quienes buscan paisajes diferentes y momentos que se quedan grabados como los surcos en la roca.
El Ahuehuete (San Juan Tetitlán)
Sabiduría enraizada en el corazón de Tenancingo En el tranquilo poblado de San Juan Tetiltán, se alza un gigante silencioso que ha sido testigo del paso de generaciones: el ahuehuete, uno de los árboles más antiguos y emblemáticos de Tenancingo. Con su tronco robusto y raíces profundas, este majestuoso ejemplar representa la fuerza de la tierra y la historia viva de la comunidad. El ahuehuete no solo destaca por su impresionante tamaño y belleza natural, sino por el respeto y cariño que le tienen los habitantes del lugar. Es símbolo de identidad, punto de reunión y guardián de memorias. A su sombra se celebran tradiciones, se cuentan historias y se respira la tranquilidad del campo. Visitar este árbol es más que una parada turística: es una oportunidad para contemplar la grandeza de la naturaleza en su estado más puro, para reflexionar sobre el tiempo y para valorar lo que permanece firme a pesar de los años. Un imperdible para quienes buscan experiencias con raíz, historia y alma.
Monumento a Cristo Rey
Elevación y fe en el corazón de Tenancingo El Monumento a Cristo Rey se alza majestuosamente en lo alto de una de las colinas de Tenancingo, una figura imponente que vigila y bendice a todo el valle con su presencia. Este monumento no solo es un símbolo de fe y devoción, sino también un punto panorámico desde donde se puede admirar toda la belleza natural que rodea a este Pueblo Mágico. La estatua, de grandes dimensiones, es un lugar de peregrinación, oración y reflexión. Los visitantes pueden acercarse a rendir homenaje, pedir por la paz y la protección, o simplemente disfrutar del entorno sereno que ofrece el lugar. Además, su ubicación permite tener una vista impresionante de la ciudad, especialmente al atardecer, cuando el sol tiñe de colores cálidos la f igura de Cristo Rey. Un imperdible para quienes buscan conectar con la fe y la historia, mientras disfrutan de unas vistas que dejan sin aliento.
Atotonilco
Historia y naturaleza en un solo lugar Atotonilco, una pequeña localidad llena de historia y encanto, es un rincón que no puede faltar en tu visita a Tenancingo. Conocida por sus aguas termales y su ambiente tranquilo, Atotonilco es un lugar donde la tradición y la naturaleza se mezclan perfectamente. Sus aguas, conocidas por sus propiedades curativas, han atraído a visitantes por generaciones. Además, el paisaje que rodea el lugar, con montañas y valles, ofrece una experiencia de paz y serenidad, ideal para quienes buscan un respiro del bullicio cotidiano. Un imperdible para quienes desean disfrutar de la tranquilidad de un pueblo tradicional y las bondades de sus aguas termales. .
Plaza Morelos
El corazón de Tenancingo La Plaza Morelos es el lugar perfecto para sumergirse en la vida cotidiana de Tenancingo. Rodeada de arquitectura tradicional, esta plaza es un punto de encuentro para locales y turistas por igual. En sus alrededores se encuentran cafés, tiendas y restaurantes que invitan a disfrutar de la gastronomía local. Es el sitio ideal para pasear, relajarse y observar el flujo de la vida diaria del pueblo. Además, su ambiente cálido y su cercanía a los principales puntos turísticos hacen de esta plaza una parada obligatoria en tu recorrido. Un imperdible para quienes buscan experimentar la vida auténtica de Tenancingo y disfrutar de un ambiente relajado.
Cascadas de Acatzingo
Un paraíso escondido Las Cascadas de Acatzingo son un refugio natural, rodeadas de montañas y vegetación exuberante. Este paraje es perfecto para quienes buscan una experiencia de aventura y conexión con la naturaleza. El sonido del agua cayendo sobre las rocas y la frescura del ambiente convierten a este lugar en un destino ideal para quienes disfrutan del senderismo, la fotografía y el contacto directo con la naturaleza. Es un lugar donde el tiempo parece detenerse, ofreciendo una paz única en medio del bullicio de la vida cotidiana. Un imperdible para los amantes de la naturaleza y quienes buscan desconectarse y aventurarse en paisajes impresionantes.
Glorieta Morelos
Un homenaje al paso del tiempo La Glorieta Morelos es un monumento que rinde homenaje a uno de los héroes nacionales más importantes. Situada en una ubicación central, esta glorieta es un sitio de paso obligado para los visitantes de Tenancingo. Con su arquitectura clásica y su ambientación rodeada de jardines y calles que invitan a pasear, es un lugar donde se respira historia y tradición. Perfecta para una pausa durante el recorrido por el pueblo, la glorieta ofrece un espacio para reflexionar y admirar la belleza que la rodea. Un imperdible para quienes buscan conocer más sobre la historia de Tenancingo y disfrutar de un ambiente tranquilo y lleno de vida.
Catedral de Tenancingo
Fe y arquitectura que perduran La Catedral de Tenancingo, dedicada a la Virgen de los Dolores, es una de las estructuras más emblemáticas de la ciudad. Con su arquitectura imponente y su interior lleno de detalles históricos, la catedral es un reflejo de la devoción y la tradición religiosa de la comunidad. Aquí se celebran importantes festividades y eventos que llenan de vida y color las calles de Tenancingo. Su belleza arquitectónica y su significado espiritual la convierten en una parada obligatoria para los amantes de la historia y la cultura religiosa. Un imperdible para quienes desean conocer más sobre la devoción religiosa y la arquitectura histórica de Tenancingo.
Parroquia de San Francisco de Asís
Un refugio de paz y serenidad La Parroquia de San Francisco de Asís es un lugar lleno de historia y espiritualidad. Con su estilo colonial y sus detalles arquitectónicos que datan de siglos atrás, esta parroquia es uno de los principales centros religiosos de Tenancingo. Además de su impresionante fachada, el interior de la parroquia es un lugar de reflexión y paz. Los visitantes pueden disfrutar de su tranquilidad y, al mismo tiempo, maravillarse con los detalles de su arquitectura que cuentan la historia de la fe en la región. Un imperdible para quienes buscan un lugar de serenidad y para los aficionados a la historia y la arquitectura religiosa.
Capilla de Jesús y Capilla del Huerto
Santuarios de quietud y espiritualidad Las Capillas de Jesús y del Huerto son dos pequeñas joyas de Tenancingo que invitan a la reflexión y a la contemplación. Situadas en el corazón del municipio, estas capillas han sido testigos de la devoción y las tradiciones religiosas a lo largo de los años. Cada una tiene su propia historia y belleza arquitectónica, que las hace lugares ideales para quienes buscan un momento de paz en medio de la agitada vida diaria. Un imperdible para quienes buscan experimentar la espiritualidad local y admirar la arquitectura religiosa más íntima de Tenancingo.
Mercado Riva Palacio y Mercado Xochiquetzal
Sabores y colores del pueblo Los Mercados Riva Palacio y Xochiquetzal son el corazón comercial de Tenancingo, donde los aromas, colores y sabores se mezclan en un vibrante caleidoscopio. En ellos puedes encontrar una variedad de productos locales, desde alimentos frescos hasta artesanías únicas que reflejan la identidad del municipio. Son los lugares perfectos para adentrarse en la vida cotidiana de los tenancinguenses, conocer la cultura local y llevarse un pedazo del pueblo a casa. Un imperdible para quienes desean vivir la experiencia del comercio local y disfrutar de la rica gastronomía y artesanía de Tenancingo.
Capilla de los Remedios y Capilla de Guadalupe
Testigos de fe y tradición La Capilla de los Remedios y la Capilla de Guadalupe son dos de los sitios religiosos más representativos de Tenancingo. Ambas capillas, con su arquitectura sencilla pero llena de devoción, son puntos de encuentro para quienes buscan momentos de oración y reflexión. Cada una tiene su propia historia y encanto, y ambas son testigos de la profunda fe de los habitantes del pueblo. Visitar estos lugares es una manera de conectar con las tradiciones religiosas y la historia de Tenancingo. Un imperdible para quienes desean sumergirse en la espiritualidad local y explorar los lugares de culto más emblemáticos de Tenancingo.




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